Reutilizar, Reciclar: Practica el lema de las tres "R" para minimizar los desechos. Reduce el consumo de productos desechables, reutiliza objetos siempre que sea posible y recicla materiales como papel, vidrio y plástico.

Conservación de Energía: Reduce tu huella de carbono disminuyendo el consumo de energía. Apaga las luces y dispositivos electrónicos cuando no los necesites, utiliza bombillas de bajo consumo y considera la instalación de fuentes de energía renovable, como paneles solares.

Transporte sostenible: Opta por medios de transporte sostenibles, como caminar, andar en bicicleta, usar el transporte público o compartir vehículos. Estas opciones reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y alivian la congestión del tráfico.

Consumo responsable: Compra productos de empresas comprometidas con prácticas sostenibles y éticas. Prefiere alimentos locales y orgánicos, reduce el consumo de carne y apoya la reutilización de productos en lugar de comprar siempre nuevos.

Conservación del agua: Utiliza el agua de manera eficiente en tu hogar. Repara las fugas, instala dispositivos de bajo flujo y evita el desperdicio de agua. Considera la recolección de agua de lluvia para usos no potables.

Participación comunitaria: Únete a grupos locales o comunidades que se dediquen a la conservación del medio ambiente. Participa en proyectos de limpieza, reforestación y educación ambiental para generar un impacto positivo en tu área.

Educación y Concienciación: Informa a otros sobre la importancia de la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad. Comparte tu conocimiento y promueve la toma de conciencia en tu familia, amigos y comunidad.